Desde la aprobación de la Ley de Bienestar Animal en marzo de 2023 y su entrada en vigor el 29 de septiembre del mismo año, han surgido numerosas incertidumbres sobre lo que se puede y no se puede hacer con las mascotas. Una de las interrogantes más frecuentes es si los perros podrán ingresar a bares, restaurantes y tiendas, especialmente considerando que la nueva legislación limita en gran medida dejar a los animales atados en la calle, salvo en ciertos casos.

El artículo 29.2 de la Ley de Bienestar Animal recoge que los establecimientos “podrán facilitar” el acceso de animales de compañía, lo que implica que la decisión es del dueño del lugar. Según el texto, establecimientos como bares, tiendas, restaurantes y hoteles, entre otros, en los que se consuma comida y bebida podrán admitir a estos animales siempre que “no constituyan un riesgo” para las personas, animales y cosas que se encuentran en él. El texto indica que en caso de poder entrar, lo harán en zonas que no estén destinadas a la “elaboración, almacenamiento o manipulación de alimentos”.


El apartado 5 del artículo 29.2 de la ley de bienestar animal establece que los propietarios deben cuidar a sus mascotas asegurándose de que cumplan con los estándares de higiene y salud, además de respetar las normas de seguridad pertinentes. De esta manera, la responsabilidad de permitir la entrada de animales de compañía en un establecimiento recae en el propietario del mismo, quien, en caso de no admitir su acceso, deberá exhibir una señal visible desde el exterior indicando esta restricción.

No obstante, el texto también menciona que esta condición se aplicará «sin menoscabo de lo establecido en las disposiciones sobre salud pública, ni de las normativas municipales o específicas». Por consiguiente, los animales de compañía podrán ingresar a establecimientos públicos o privados siempre y cuando no contravengan las regulaciones municipales y el propietario lo permita.

La situación cambia si se desea ingresar con un animal de compañía a edificios o dependencias públicas. En tales casos, de acuerdo con la normativa, su acceso estará permitido «a menos que exista una prohibición expresa debidamente señalizada y visible desde el exterior».

En resumen, si bien la nueva Ley de Bienestar Animal abre la posibilidad de que los perros ingresen a bares y restaurantes, la decisión final recae en los propietarios de los establecimientos, siempre y cuando se respeten las normativas sanitarias y municipales vigentes.

Qué dice la Ley de Bienestar Animal