Las gatas entran en celo cada 2 o 3 semanas durante todo el año con una excepción, los meses de invierno (fase anestro, que veremos a continuación). En gatas que viven en interior puede no ocurrir la fase anestro y entrarían en celo los 12 meses del año.

Fases del celo de las gatas y su comportamiento

PROESTO

  • Dura de 1 a 3 días
  • Cambios hormonales en el comportamiento derivados de la producción de estrógeno
  • La gata todavía no estaría lista para la reproducción

ESTRO

  • Si la gata no tiene un gato cerca dura más, de 10 a 14 días, sin embargo si la gata tiene un gato cerca durará de 2 a 7 días
  • La gata maulla mucho, en las noches sobre manera
  • Los estrógenos llegan a niveles máximos de producción
  • En este momento la gata si accederá a la cópula

MATAESTRO

  • Dura de 1 a 2 semanas
  • Es un periodo sin actividad sexual entre celo y celo
  • Si tu gata ha llegado a ovular tras la cópula, aunque no se haya quedado preñada entrará en FASE DIESTRO que dura unos 45 días dando inicio a un nuevo ciclo de celo

ANESTRO

  • Es el periodo de invierno, es decir temperaturas bajas y menor luz solar. Es esta etapa no hay celo, los celos se retomarán cuando las temperaturas y la luz solar vayan aumentando (en España sobre el mes de febrero)
  • Dura entre 60 y 120 días
  • Las gatas caseras o que viven en lugares con inviernos muy suaves podrían no pasar por la etapa de anestro y tener ciclos todo el año

Preguntas y respuestas: Lo que tienes que saber del celo de las gatas si o si

¿Cómo es la ovulación de las gatas?

Las gatas tienen ovulación inducida, esta no ocurre durante la cópula si no después, unas 24 o 48 horas. Existen razones vitales para que conozcas a la perfección el celo de tu gata:

  1. La ovulación de la gata puede ser inducida tocándole la barriga
  2. Si tu gata ovula sin cópula existe riesgo de problemas de salud como la piometra. La piometra es una infección uterina grave que causa acumulación de pus en el útero y puede poner en peligro la vida del animal si no se trata a tiempo. Requiere atención veterinaria inmediata y, a menudo, la esterilización es necesaria para prevenir futuros episodios.

¿Debo esterilizar a mi gata?

Esa decisión es solo tuya y para tomar una decisión así debes tener información. La esterilización de una gata, también conocida como castración, es un procedimiento quirúrgico habitual y rutinario que implica la extracción de los ovarios y, a menudo, del útero de la gata.

Ventajas y desventajas de la esterilización de las gatas

Ventajas:

  1. Control de la población: La esterilización evita que las gatas queden preñadas y contribuye al control de la población de gatos, reduciendo el número de gatos sin hogar y las tasas de eutanasia.
  2. Salud: Reduce el riesgo de enfermedades uterinas, como la piometra, y de ciertos tipos de cáncer, como el de mama y el de ovario.
  3. Comportamiento: Puede ayudar a reducir comportamientos no deseados asociados con el celo, como maullidos constantes, marcaje con orina y búsqueda de machos.
  4. Longevidad: Las gatas esterilizadas tienden a vivir más tiempo, ya que están menos expuestas a enfermedades graves y accidentes relacionados con el celo y la búsqueda de pareja.

Desventajas:

  1. Cambios en el metabolismo: Después de la esterilización, algunas gatas pueden ser propensas a ganar peso. Esto se puede controlar con una dieta adecuada y ejercicio.
  2. Efectos hormonales: La esterilización puede tener efectos hormonales en la personalidad de la gata, aunque esto varía de un individuo a otro y depende mucho del carácter previo del animal. Por ejemplo, una hembra agresiva puede aumentar su agresividad tras la esterilización.
  3. Esterilización irreversible: La esterilización es una decisión permanente y la gata no podrá tener crías en el futuro si se elige este procedimiento.

Embarazo psicológico en gatas

Los embarazos psicológicos en gatas, o pseudogestación, ocurren debido a cambios hormonales en el ciclo reproductivo de la gata. Estos cambios pueden deberse a la falta de ovulación después de la exposición al macho, una respuesta a la estimulación de hormonas sexuales o simplemente una parte normal del ciclo reproductivo felino.

Los tratamientos para los embarazos psicológicos en gatas pueden variar, y la elección depende de la gravedad de los síntomas y la salud general de la gata. Algunas opciones recomendadas por veterinarios incluyen:

  1. Monitoreo: En casos leves, el veterinario puede recomendar simplemente vigilar a la gata y proporcionarle un ambiente tranquilo y seguro.
  2. Supresión hormonal: En algunos casos, se pueden utilizar medicamentos para suprimir la producción de hormonas reproductivas y aliviar los síntomas.
  3. Cambio en la dieta: Modificar la dieta de la gata para reducir su ingesta de calorías y carbohidratos puede ayudar a controlar los síntomas.
  4. Juguetes y estimulación: Proporcionar juguetes y enriquecimiento ambiental puede distraer a la gata y ayudar a reducir su estrés.
  5. Esterilización: En casos graves o recurrentes, la esterilización (castración) es a menudo la opción más efectiva. Esto elimina la posibilidad de futuros embarazos psicológicos y ayuda a prevenir problemas de salud graves, como la piometra.

Siempre debes consultar a un veterinario para determinar la mejor opción de tratamiento en función de la situación individual de la gata y su historial médico. La esterilización es una solución permanente y suele ser recomendada si no se planea criar a la gata en el futuro.

¿Cuándo es el primer celo de una gata?

A partir de los 6 meses tu gata podría entrar en celo.

¿Cada cuánto tiempo tiene en celo una gata?

Cada 2 o 3 semanas.

¿Cuánto dura el embarazo de una gata?

El embarazo de una gata, también conocido como gestación, generalmente dura alrededor de 63 a 65 días. Sin embargo, la duración exacta puede variar de una gata a otra y estar influenciada por factores como la salud de la madre y el número de gatitos en la camada. Por lo tanto, es importante estar preparado para el parto alrededor de los 60 días después de la concepción y proporcionar a la gata un lugar seguro y cómodo para dar a luz. Si tienes una gata embarazada, es recomendable que consultes con un veterinario para asegurarte de que todo esté yendo bien durante el proceso de gestación y para obtener orientación sobre los cuidados adecuados antes y después del parto.