Los perros, como muchos otros animales, poseen una serie de instintos arraigados en su naturaleza que han sido moldeados a lo largo de su evolución. Entre estos instintos se encuentra el de persecución y depredación, que se manifiesta en su tendencia a perseguir y cazar presas que corren o se mueven de manera rápida. Sin embargo, resulta interesante observar que algunos perros exhiben este comportamiento de persecución sin mostrar agresividad o intención de atacar a la presa. ¿Por qué ocurre esto? ¿Qué factores influyen en esta conducta? En este artículo, exploraremos estas cuestiones para comprender mejor el fascinante mundo del comportamiento canino.

instinsto de persecucion y depredacion en perros

Orígenes del instinto de persecución y depredación

Para entender por qué los perros muestran este comportamiento, es fundamental remontarnos a sus orígenes como especie. Los perros descienden de los lobos, animales cazadores que dependían de la caza para sobrevivir. En la naturaleza, la capacidad de perseguir y capturar presas era crucial para su supervivencia. Este instinto de persecución y depredación ha sido transmitido a lo largo de generaciones, y aunque en los perros domésticos ha sido modificado por la convivencia con los humanos, aún se manifiesta en muchas ocasiones.

Factores que influyen en el comportamiento de persecución

1. Instinto de caza:

El instinto de caza es inherente a la naturaleza de los perros. La visión de una presa en movimiento despierta en ellos el impulso de perseguirla, como parte de su comportamiento instintivo. Este impulso puede ser más fuerte en algunos perros que en otros, dependiendo de su raza, edad y experiencia previa en la caza o en actividades relacionadas con ella, como el agility.

2. Estímulo visual y movimiento:

Los perros están especialmente sensibles a estímulos visuales y de movimiento. Cuando ven a una presa correr, su instinto de persecución se activa automáticamente. Esto se debe a que en la naturaleza, las presas en movimiento representan una oportunidad de alimentarse, por lo que el cerebro del perro está cableado para responder a este tipo de estímulos.

3. Socialización y entrenamiento:

La socialización temprana y el entrenamiento adecuado pueden influir en la forma en que un perro manifiesta su instinto de persecución. Un perro bien socializado y entrenado puede aprender a controlar sus impulsos y a no perseguir presas indiscriminadamente. Sin embargo, es importante tener en cuenta que incluso los perros más entrenados pueden sucumbir a sus instintos en determinadas circunstancias.

4. Contexto y experiencia previa:

El contexto en el que se encuentre el perro y sus experiencias previas pueden influir en su comportamiento de persecución. Por ejemplo, un perro que ha sido criado en un entorno urbano puede tener menos oportunidades de perseguir presas que un perro que vive en una zona rural. Del mismo modo, las experiencias previas de caza o persecución pueden reforzar este comportamiento en algunos perros.

Persecución sin intención de ataque

Uno de los aspectos más curiosos del comportamiento de persecución en los perros es que en muchos casos no va acompañado de una intención real de atacar a la presa. Es decir, el perro persigue a la presa, pero una vez que la alcanza, no muestra agresividad ni intenta lastimarla. ¿Por qué ocurre esto?

1. Juego:

En muchos casos, la persecución de presas por parte de los perros puede estar motivada por el juego. Para ellos, perseguir y atrapar objetos en movimiento es una actividad divertida y estimulante. En estos casos, el perro no tiene la intención de lastimar a la presa, sino que simplemente está disfrutando del juego.

2. Falta de motivación de caza:

Aunque los perros tienen un instinto de caza innato, no todos están igualmente motivados para cazar o atacar presas. En algunos casos, la persecución de presas puede ser más un acto impulsivo que una verdadera búsqueda de alimento. El perro persigue a la presa por pura diversión o curiosidad, pero una vez que la alcanza, pierde interés rápidamente.

3. Socialización y entrenamiento:

La socialización y el entrenamiento adecuados pueden ayudar a que los perros aprendan a controlar sus impulsos de persecución y a no mostrar agresividad hacia las presas. Un perro bien socializado y entrenado puede aprender a perseguir presas de manera controlada y sin intentar lastimarlas.

4. Presas no amenazantes:

En muchos casos, las presas que persiguen los perros no representan una amenaza real para ellos. Por ejemplo, un perro puede perseguir a un gato o a un ratón simplemente porque se mueven rápido y despiertan su instinto de persecución, pero una vez que los alcanzan, no los consideran una amenaza y por lo tanto no intentan atacarlos.

¿Cómo actuar si mi perro sale corriendo detrás de un objetivo (gatos, ratones, pelotas, otros perros…)?

Cuando un perro muestra comportamiento de persecución hacia un objetivo, como un gato o un ratón, es importante actuar de manera adecuada para garantizar la seguridad de todas las partes involucradas. Aquí hay algunas sugerencias sobre cómo manejar esta situación:

  1. Mantén la calma: Es fundamental mantener la calma y evitar reacciones exageradas o bruscas. Los perros pueden ser sensibles a la energía y las emociones de sus dueños, por lo que mantener la calma puede ayudar a reducir la excitación del perro.
  2. Llama la atención del perro: Utiliza comandos verbales como «¡Aquí!» o «¡No!» para llamar la atención de tu perro y distraerlo de su objetivo. Puedes intentar hacer ruidos fuertes o utilizar juguetes o golosinas para redirigir su atención hacia ti.
  3. Usa la correa: Si estás paseando a tu perro con correa y este muestra comportamiento de persecución, puedes detenerlo suavemente halando la correa para interrumpir su movimiento. Evita tirar bruscamente de la correa, ya que esto podría causarle daño o aumentar su excitación.
  4. Distancia del objetivo: Si es posible, trata de mantener una distancia segura entre tu perro y el objetivo de su persecución. Esto puede implicar alejarte del objeto de su interés o moverte en dirección opuesta para evitar un encuentro no deseado.
  5. Entrenamiento de obediencia: El entrenamiento de obediencia es fundamental para enseñar a tu perro a responder a comandos verbales y mantener bajo control su impulso de persecución. Dedica tiempo a entrenar a tu perro en situaciones controladas para reforzar su obediencia y mejorar su comportamiento en público.
  6. Consultar con un profesional: Si tu perro muestra un comportamiento persistente de persecución que no responde al entrenamiento básico, considera consultar con un entrenador profesional o un veterinario conductual. Ellos pueden ayudarte a identificar la causa subyacente del comportamiento y brindarte estrategias específicas para abordarlo de manera efectiva.

Recuerda que cada perro es único y puede responder de manera diferente a las estrategias de manejo. Es importante ser paciente y consistente en tu enfoque para ayudar a tu perro a superar este comportamiento no deseado y promover una convivencia armoniosa.

Instinto de Persecución y Depredación en Perros

El instinto de persecución y depredación es un aspecto fundamental del comportamiento de los perros, heredado de sus ancestros lobos. Aunque en muchos casos este instinto se manifiesta en la persecución de presas en movimiento, no siempre va acompañado de una intención real de atacar o lastimar a la presa. Factores como el juego, la falta de motivación de caza, la socialización y el entrenamiento, así como el tipo de presa que se persigue, pueden influir en la forma en que los perros muestran este comportamiento. Comprender estos factores nos ayuda a entender mejor a nuestros compañeros caninos y a convivir de manera armoniosa con ellos en diferentes entornos y situaciones.